SE NOS FUE CARLOS ACUÑA

Oscar Cetrángolo (IIEP, UBA-CONICET)

Hace una semana se nos ha muerto como de un rayo Carlos Acuña, a quien tanto queríamos.

En el ambiente intelectual argentino y regional fue un referente único cuya huella seguirá influyendo durante mucho tiempo a través de su producción y también la de sus múltiples discípulos y colegas con los que tuvo riquísimas discusiones. Muchos y variados son los rasgos que lo hacen diferente. Haremos referencia aquí aquellos que nos parecen más relevantes, siendo conscientes de que la mayor o menor relevancia no deja de ser objeto de opinión personal.

Fue uno de los pioneros en los estudios de las ciencias políticas en la Argentina, llevando su saber a la frontera de los estudios académicos, pero con una preocupación permanente por la aplicación a casos prácticos. Precisamente, la combinación de las mejores recomendaciones de la teoría, la experiencia internacional y el exhaustivo análisis de las áreas en donde se aplicaron políticas de reforma han sido los elementos centrales que guiaron el trabajo aplicado de Acuña. Sin duda, la adecuada aproximación a esas temáticas requiere de la interacción con otras disciplinas. Se trata de un ejercicio muy difícil de llevar a cabo debido al supuesto predominio de una disciplina sobre otra, los egos personales y otros defectos que nunca estuvieron presentes en el trabajo de Carlos, algo de lo que puede dar fe quien escribe estas líneas y muchos otros colegas. En su caso, el aporte a la interdisciplinariedad no se limitó a la participación en equipos diversos, sino a la selección y formación de equipos complejos que dieron resultados sumamente positivos. Su aplicación a casos concretos derivó, naturalmente en una rica experiencia de estudios interdisciplinarios. Quien escribe estas notas no puede dejar de señalar el aprendizaje en formas de trabajar junto a este intelectual único. Además, desde el punto de vista de la UBA, no podemos dejar de señalar los sustantivos aportes en los orígenes y primeros pasos del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) UBA/CONICET, del cual Carlos fue integrante fundador y miembro de su primer Consejo Directivo.

Carlos fue, sin duda, un personaje central en el estudio de las instituciones y, desde allí, intentó posibilitar y potenciar el abordaje interdisciplinario, en una versión al mismo tiempo clara y sofisticada, que tratamos de ilustrar en un Recuadro que acompaña esta nota. No se contentó con dar cursos sobre su especialidad, sino que tomó posición activa en la creación y consolidación de cursos de posgrado donde se formaron innumerables discípulos que se destacaron tanto en la actividad académica como política. Personajes que no dudó en apoyar en su actividad posterior. Resulta imposible citar algunos sin ser injustos con muchísimos otros.  

No puedo cerrar estas líneas sin mencionar dos aspectos que son los que más llamaron la atención toda vez que me tocó con Carlos. En primer lugar, las diferencias políticas nunca fueron un obstáculo para debatir y elaborar recomendaciones. Lo otro, y creo que es su marca distintiva, nunca fue complaciente con la posición de su interlocutor. A veces le pudo valer el mote de “cabrón”, pero siempre sostuvo un gran valor de defender sus posiciones, aunque pudiera molestar a otros. Esa es la esencia de la actividad intelectual honesta y eficiente.

Lo vamos a extrañar y referenciar durante mucho tiempo, y no podemos terminar estas líneas sin el reconocimiento al apoyo de sus mujeres queridas: Elsa y Malena.

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