El Coronavirus y la economía: el contagio es inevitable

alq

Por Sebastián Gómez Roca*

El 1° de abril, entre las 19 y las 21 horas, se llevó adelante, de manera virtual, el seminario titulado “El Coronavirus y la economía: el contagio es inevitable”. El evento fue organizado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la UBA y del CONICET. El mismo tuvo el objetivo de analizar los impactos de la pandemia del coronavirus en la economía argentina, las respuestas de política hasta ahora implementadas y los posibles escenarios futuros. Los expositores fueron Oscar Cetrángolo, Osvaldo Kacef, Sebastián Katz y Roxana Maurizio y la moderación estuvo a cargo de Andrés López, todos profesores de la FCE-UBA. A continuación, los principales conceptos y opiniones presentados por los expositores. La versión completa del seminario se puede ver aquí

Oscar Cetrángolo:

El sector público, punto de partida e impactos de la crisis:

  • Se comienza en una situación fiscal frágil y con un fuerte peso de la deuda. Hasta el último año, se presentaba un sendero de reducción del déficit primario progresivo desde 2017, con un objetivo cercano a 0,5% para el 2019. En el esquema del nuevo gobierno, antes del cambio de panorama, se relajó este esquema pensando en un déficit primario objetivo cercano al 1% para 2020.
  • La pandemia, consecuentemente, surge en un contexto en el cual el margen para políticas públicas se encuentra limitado. Dado el nuevo escenario, se espera que las cuentas fiscales empeoren en dos sentidos: caída en la recaudación (consecuencia del crecimiento de la evasión y la mora, exenciones impositivas, etc.) y aumento del gasto (en particular salud, asistencia social y asistencia a las empresas). Esto se enmarca en un 2020 en donde la recaudación ya, para los primeros dos meses del año, había tenido una caída en términos reales.
  • La proyección negativa de las cuentas se da tanto para el nivel nacional como provincial, en donde, adicionalmente a la rigidez a la baja que presenta el gasto, se espera una caída de los ingresos tanto por menor recaudación propia como por menores recursos provenientes de coparticipación.

Acciones frente la emergencia, el día después y el mediano plazo:

  • En términos de respuesta a la emergencia, se han anunciado medidas acertadas, aunque la cuestión de la instrumentación permanece incierta.
  • La sugerencia para atender en este instante es resolver el problema del financiamiento en respuesta al incremento del gasto. Dentro de esta línea, cabe destacar el financiamiento de las provincias, que carecen en muchos casos de herramientas de fondeo propias, en un marco de descentralización de ciertos servicios de gran relevancia, e.g., la educación, salud, seguridad.
  • Para solventar el desequilibrio fiscal, una preocupación prioritaria sería, de usar la emisión a modo de financiamiento (como parece ser el caso hasta ahora), que la misma sea de forma coordinada, o bien con emisión nacional y transferencias a las provincias o con acuerdos federales sobre la magnitud de la emisión de cuasi monedas provinciales.
  • En cuanto a la crisis actual, no se debe olvidar que la salida no nos deja una situación sencilla, sino que nos retorna a un panorama sumamente complicado. A su vez, esto permite vislumbrar problemas estructurales del sector público que se arrastran hace décadas. Algunos ejemplos de esto son la excesiva fragmentación del sistema de salud (con escasos recursos para la coordinación a cargo del gobierno nacional), la debilidad del seguro de desempleo y falencias del sistema educativo (en el actual contexto donde se recurre a sistemas de enseñanza virtual, dado el distinto acceso a tecnologías por parte de la población, no se logrará evitar la profundización de las inequidades), por citar algunos.
  • A modo de cierre, vale aclarar que no es momento de resolver todas estas cuestiones en la emergencia, pero eso no quita que haya que tenerlas presentes a la hora de pensar en el escenario post-crisis.

Osvaldo Kacef

Panorama productivo, los impactos por venir:

  • Se presenta una combinación de factores negativos. Por una parte, enfrentamos un shock de oferta por el freno de actividades no esenciales, el cual se combina con la caída de precios en productos de exportación. El shock de oferta se retroalimenta con un shock de demanda agregada, tanto por la reducción del ingreso de trabajadores que suspenden su actividad como por la caída del comercio internacional. Finalmente, en el plano financiero internacional se ve una reversión del flujo de capitales, que complica la renogociación de la deuda que tiene que encarar la Argentina.
  • Dentro del plano productivo local, algunos sectores se verán afectados en lo inmediato, como hotelería y turismo, transporte de pasajeros, actividades de esparcimiento, comercio y restoranes. Estos sectores representan algo más del 20% del producto. A su vez, se verán también fuertemente perjudicados sectores de la industria, como el automotriz, que exporta aproximadamente la mitad de su producción, por la caída del comercio con Brasil. Otros sectores industriales que también se espera se vean afectados son el sector químico y petroquímico y el siderúrgico.

Algunas respuestas de política y desafíos:

  • Para evitar que la inmovilización transitoria generada por el “lockdown” se trensforme en destrucción del capital, es vital tomar medidas que no solo impulsen la demanda, sino también la oferta. Para satisfacer este objetivo, resulta prioritario atender la cuestión sanitaria de la manera más rápida y eficaz y financiar a los sectores afectados por el cese de actividades. Este desafío debe afrontarse considerando, a su vez, dos frentes en el corto plazo: la atención de los compromisos de deuda (ya que se avecinan vencimientos difíciles de afrontar en el mes de mayo) y la política cambiaria (evitando un atraso que acarree más complicaciones).
  • En cuanto al marco internacional, el índice cualitativo PMI (Purchasing Managers Index) muestra una franca caída para estos meses para Europa y Estados Unidos, pero presentó un resultado positivo para China en el mes de marzo, indicando un posible freno en la caída del producto en este país. Esto nos lleva nuevamente a la relevancia de enfatizar el control de la situación sanitaria para evitar males mayores sobre la economía.
  • En el corto plazo el financiamiento de las políticas públicas destinadas a atenuar el impacto de la pandemia sobre la economía va a requerir una expansión monetaria. En paralelo, con efectos a mediano plazo, habría que analizar la posibilidad de una reforma tributaria que aumente la incidencia de impuestos sobre el patrimonio.
  • Un punto para resaltar sobre esta coyuntura es que se abre la ventana para, luego de resuelta esta situación, se diseñe una estrategia productiva mejor elaborada y más eficiente a fines de integrarnos de forma exitosa en el mundo.

Sebastián Katz

Breve análisis sobre las características de la crisis:

  • Se destaca la incertidumbre que presenta la crisis actual, ya que es un evento sin precedente y que tiene como particularidad la velocidad con la cual se ha ido desplegando. Dada la naturaleza del evento, las respuestas deben ser novedosas, contundentes y altamente coordinadas, aunque –salvo las acciones conjuntas encaradas por los bancos centrales de varios países- esto último ha estado lejos de suceder (particularmente por tratarse de una crisis global que plantea problemas de acción colectiva en un contexto de liderazgos incompetentes y de desconfianzas recíprocas).
  • Sin embargo, en el plano nacional, los diferentes países han llevado adelante intervenciones superiores a las de la crisis de 2007/2008; por ejemplo, en Estados Unidos podría decirse que, contemplando el plano fiscal y las medidas crediticias y de liquidez, estas intervenciones se encontrarían en una dimensión de aproximadamente un 30% del producto.
  • En cuanto a las consecuencias, se verá un impacto diferencial según el tipo de economía. En las economías más desarrolladas, al haber incertidumbre, la “fuga a la calidad” implica un mayor atractivo de los pasivos que éstas emiten; una situación muy distinta ocurre en una economía como la nuestra, en la que la ausencia de colchones de liquidez, las dificultades de acceso al crédito y la falta de credibilidad en la moneda se traducen en un menor espacio de maniobra y márgenes de política. A los impactos sanitarios y económicos provocados por las medidas de distanciamiento social, se suma en nuestras economías la posibilidad de fuertes tensiones en las balanzas de pagos. De hecho, la salida de fondos de economías emergentes rondó, en el término de un mes, más de 80.000 millones de dólares; un ritmo inédito no visto en ninguna de las grandes crisis anteriores

Sugerencias y análisis de política:

  • La respuesta adecuada a la crisis demanda un diálogo interdisciplinario de elevado nivel; por ejemplo, generando un consejo económico, social y sanitario.
  • Muchas de las medidas que está tomando el gobierno son acertadas, pero no se puede obviar que el margen de maniobra es pequeño. Esto implica que deben estar muy bien focalizadas. Al mismo tiempo, dada la fragilidad de nuestra posición fiscal y financiera previa y la elevada informalidad de nuestro mercado de trabajo, la cuarentena es muy difícil de sostener en el tiempo. Por ello, es menester aprovechar lo máximo posible el tiempo de esta cuarentena y, a la vez, administrar la salida de la misma bajo un esquema de previsibilidad.
  • En cuanto al margen de maniobra hay dos factores. En primer lugar, dado que el resultado fiscal se va a deteriorar en varios puntos del producto, y que la monetización de ese mayor déficit es en lo inmediato relativamente inevitable, un factor clave a monitorear es la estabilidad de la demanda de dinero. En este sentido, es muy riesgoso el surgimiento de cuasi monedas dado el contexto de inflación elevada y la fragilidad de la demanda de dinero, de modo que las legítimas demandas de fondos que puedan tener las provincias deben atenderse con un programa previsible y transparente de ATN.
  • Hay, por supuesto, algunas acciones que pueden encararse para compensar el impacto de esta crisis en la evolución de las finanzas públicas: recorte de ciertos gastos no prioritarios o aumento en el impuesto a las ganancias que pagan los sectores formales de mayores ingresos y que están mejor cubiertos frente al evento. Al mismo tiempo, en otros países se promovió un cambio transitorio de salarios relativos al interior del sector público (aunque esto es de naturaleza más simbólica).
  • Aun así, dada la insuficiencia de recursos y los riesgos potenciales de agravar los desequilibrios, es menester que los organismos multilaterales brinden un respaldo contundente para afrontar esta situación en economías vulnerables. Además de contribuir con recursos líquidos, el FMI podría garantizar deuda de economías emergentes y hacerla elegible para compras de activos que los bancos centrales de las economías avanzadas hagan en el marco de sus políticas de quantitative easing (QE), o para ampliar las líneas de swaps de liquidez. Estamos frente a una disrupción global y es para lidiar con estas instancias que las instituciones multilaterales fueron creadas. Hacer lo moralmente correcto es, en este momento, lo más inteligente dada la naturaleza global del fenómeno que enfrentamos.

Roxana Maurizio

Situación previa al episodio actual y algunas interpretaciones:

  • La tasa de desempleo se encontraba cerca del 9% y desde marzo de 2018 se observa una caída sistemática del empleo registrado en el sector privado. Esto se traduce en mayor informalidad (en el cuarto trimestre de 2019 se encontraba en cerca de un 36% sobre el total de asalariados) y un aumento en el cuentapropismo.
  • Tan solo cerca de la mitad del total de asalariados son asalariados formales registrados en la seguridad social (47%); el resto se separa en cuentapropistas e informales en proporciones similares. Un aspecto para señalar es la distinta incidencia de la pobreza en cada grupo; en el segundo segmento la pobreza alcanza (en promedio) niveles cercanos al 50%.
  • Este factor, entre varios otros, permite vislumbrar la existencia del impacto heterogéneo que tendrá la crisis en cada segmento poblacional. Comprender estas diferencias resulta de vital importancia a la hora del diseño de respuestas apropiadas en término de políticas.

El nuevo escenario, la consecuencia de los impactos:

  • Las actividades económicas exceptuadas del aislamiento social obligatorio concentran aproximadamente un tercio del empleo. Si además se contempla que hay sectores no exceptuados pero donde, al menos en el corto plazo, puede mantenerse el empleo formal, por ejemplo, firmas grandes o medianas, se llega a que, aproximadamente, un 40% de los trabajadores tiene algún riesgo de perder su puesto de trabajo y/o ingresos. En la medida en que este shock de oferta inicial se traduzca posteriormente en una menor demanda de bienes y servicios, los impactos negativos sobre el mercado de trabajo serán aun superiores.
  • Los efectos adversos, dentro del sector privado, se dan con mayor profundidad entre las mujeres. Ello se debe, fundamentalmente, a la mayor incidencia de la informalidad, especialmente en establecimientos pequeños, en comparación a los hombres.

Medidas políticas al enfrentar la crisis:

  • Pueden destacarse tres pilares: protección en materia de seguridad e higiene (no solo dentro del grupo de trabajadores de la salud, sino de todo el grupo de trabajadores que continúa sus actividades), políticas de ingreso (como el ingreso familiar de emergencia, respondiendo al hecho de que trabajadores vieron suspendidos sus ingresos abruptamente) y protección al empleo (medidas de ayuda financiera a las empresas, reducción del costo salarial y no salarial de los trabajadores, apoyo al teletrabajo en segmentos donde ello es posible, aumento del beneficio por desempleo, entre otras).
  • Es menester atender a los sectores que no perciben ingresos o de ingresos bajos. En cuanto a la prohibición de despidos, es una medida temporaria para sostener el empleo (a fines de que no se rompa la relación laboral y facilitar retomar la actividad luego de superada la pandemia, evitando la pérdida de capital específico) en contexto de emergencia y de la mano del apoyo financiero a las empresas que lo requieran. En la misma línea, se han hecho reformas como rebajas de cargas patronales. No se debe perder de vista que éstas son medidas de emergencias no sostenibles en el tiempo. Dada la insuficiencia de recursos fiscales en relación a las necesidades de la población, el alcance, focalización, eficacia y eficiencia de cada una de estas medidas deben ser evaluadas detalladamente.

*IIEP, UBA-CONICET

Deja un comentario